Todos hemos oido de hablar de normas y en mente nos sugiere algo positivo y de aplicación general, pero realmente ¿qué es? ¿quién las elabora? ¿con qué finalidad?. Esto es lo que voy a intentar aclarar.
Una norma es un documento de aplicación voluntaria basada en el resultado de la experiencia y del desarrollo tecnológico, fruto del consenso entre partes interesadas e involucradas en la actividad objeto de la misma y aprobadas por un organismo de normalización reconocido. Son la base para mejorar la calidad en la gestión de las empresas, en el diseño y fabricación de los productos, servicios, etc…
AENOR, como organismo de normalización reconocido, tiene en su estructura los Comités Técnicos de Normalización denominados AEN/CTN que estudian y plantean las necesidades de cada sector, para posteriormente elaborar y aprobar los proyectos que se publican como normas UNE. Los AEN/CTN están constituidos por un presidente, un secretario perteneciente a alguna asociación empresarial, y una serie de vocales de todas aquellas entidades que tienen interés en la normalización de un tema en concreto (fabricantes, administración, consumidores, laboratorios, centros de investigación, etc…).
Cada comité tiene un número, un título, una composición y un campo de actividad aprobados. AENOR en 1989 crea el CTN48 que es el Comité Técnico de Normalización de Pinturas y Barnices, cuya gestión fúe encomendada a la Asociación Española de Fabricantes de pinturas y Tintas de Imprimir (ASEFAPI).
El proceso de elaboración de un norma UNE está sometido a una serie de fases que permite asegurar que el documento final es fruto del consenso. Tras la aprobación por el Comité Técnico de Normalización del proyecto final de norma, el Boletín Oficial del Estado (BOE) la publica como proyecto UNE sometido a perido de Información Pública, durante el cúal cualquier persona o entidad interesada puede presentar a AENOR observaciones. Una vez analizados los comentarios recibidos el Comité redactará el texto final que será aprobado y publicado como norma UNE por AENOR.
Desde el año 1992 se han publicado más de 145 normas nacionales, 52 europeas y más de 233 internacionales. Pueden participar en los Subcomités o Grupos de Trabajo en que se divide el Comité, las empresas fabricantes, usuarios, aplicadores, laboratorios, asociaciones, organismos, consumidores, etc.. con interés en el mundo de las pinturas y los barnices. Se puede hacer enviando una solicitud por escrito a normalizacion@asefapi.es especificando al sobcomité (SC) ó Grupo de Trabajo (GT) al que se quiere pertenecer.
Otras normas internacionales son las elaboradas por la Organización Internacional de Normalización (ISO) y las elaboradas poe el Comité Europeo de Normalización (CEN).
La Organización Internacional de Normalización (ISO) se creó en 1946 como una entidad no gubernamental formada por organismos nacionales de normalización de 157 paises que proponen nuevas normas, participan en su desarrollo y canalizan la participación de los expertos nacionales, en colaboración con la Secretaria General de ISO, a los cerca de 200 comités técnicos existentes. En la actualidad cuenta con más de 15.600 normas internacionales.
El Comité Europeo de Normalización (CEN) se creo en 1961 y está formada por representantes de 30 organismos nacionales de normalización de paises de la Unión Europea y de la Asociación Europea de Libre Comercio (salvo Liechtenstein) y por 7 miembros asociados que representan a sectores de la industria, consumidores, trabajadores y pymes. En la actualidad cuenta con más de 11.700 normas europeas.
Los comites de trabajo de las normas ISO y CEN son respectivamente el CEN/TC 139 y ISO/TC 35 ambos denominados «Paints and varnishes».
En la actualidad hay un reducción de la actividad normalizadora por su menor necesidad (ya hay un número importante de ellas publicadas) y por su aplicación voluntaria (salvo la poco frecuente exigencia por reglamentos o pliegos de prescripciones técnicas) que junto a la crisis global hace que el sector se focalize más en una reducción de costes que en generar nuevas normas.
Tal vez la actividad actual debería dirigirse a revisar las ya existentes teniendo en cuenta el estado tecnológico y reglamentario de nuestro sector.