Clasificación de productos frente al fuego: Euroclases

Alrededor del 80% de los materiales empleados en la construcción necesitan caracterizar su comportamiento frente al fuego. Hasta la entrada en vigor del RD 312/2005 sobre clasificación de los productos de construcción y elementos constructivos en función de sus propiedades de reacción y de resistencia al fuego se utilizaba para su clasificación la NBECPI/96 y la norma Española UNE 23.727:1990 1R.

El nuevo RD 312/2005 permite continuar utilizando la clasificación anterior siempre y cuando la marca CE del producto en cuestión no sea obligatoria. Con la posterior entrada del Código Técnico de Edificación en el apartado DB-SI que hace referencia a la seguridad en caso de incendio sólo se contempla la nueva clasificación, y además es de obligado cumplimiento a partir del 29 de septiembre del 2006. Por lo tanto en la actualidad solo debemos hacer referencia a las Euroclases y abandonar las clasificaciones anteriores de M0, M1, M2, M3 y M4 y las RF utilizadas en la NBECPI/96.

El RD 312/2005 «clasificación de los productos de la construcción y de los elementos constructivos en función de sus propiedades de reacción y de resistencia al fuego» y su transposición en España de la Directiva 89/106/CEE sobre productos de la construcción se concreta en las siguientes dos normas:

  • La norma UNE-EN 13501-1:2002 «clasificación de la reacción al fuego de los materiales de construcción».

Crea las siguientes clases:

A1 y A2: No combustibles, sin contribución en grado máximo y mínimo al fuego respectivamente.

B, C, D y E: Combustibles con contribución muy limitada, limitada, media y alta al fuego respectivamente.

F: Sin clasificar.

Y además genera los siguientes subíndices:

s1, s2 y s3: Opacidad de los humo siendo baja, media o alta respectivamente.

d0, d1 y d2: Caida de gotas siendo nula, media o alta respectivamente.

fl y l: según su uso en suelos y productos lineales respectivamente. Si no aparece subíndice indicará uso en paredes y techos.

(Hay un anexo I que enumera una serie de materiales y productos clasificados sin necesidad de ensayos, y un anexo II que establece una clasificación de las cubiertas y los recubrimientos de cubiertas ante un fuego exterior).

Los certificados estarán ensayados, clasificados y emitidos dentro de los 5 años anteriores por laboratorios acreditados.

  • UNE-EN 13502-1:2002 «clasificación de resistencia al fuego de elementos de construcción».

El comportamiento frente al fuego de un elemento constructivo se define por el tiempo durante el cual dicho elemento debe mantener las condiciones que le sean aplicables según la norma UNE 23 093 «Ensayo de la resistencia al fuego de las estructuras y elementos de la construcción». La escala de tiempo queda normalizada en 15, 30, 60, 90, 120, 180 y 240 minutos.

Se crean las siguientes clases:

R(t): tiempo que cumple la estabilidad al fuego o capacidad portante.

RE (t): tiempo que cumple la estabilidad al fuego y la integridad al paso de llamas y gases calientes.

REI (t): tiempo que cumple la estabilidad al fuego, la integridad y el aislamiento térmico.

Los certificados estarán ensayados, clasificados y emitidos dentro de los 10 años anteriores por laboratorios acreditados.

En el «documento básico de seguridad en caso de incendio (DB-SI)» del CTE (página SI-1-6 ),  figura la tabla 4.1 «Clases de reacción al fuego de los elementos constructivos» donde se indica la clasificación adecuada según la situación del elemento.

Hay que tener en cuenta que aunque los fabricantes de los componentes (barnices, pinturas, tableros, etc…) nos proporcionen los certificados de sus productos, para garantizar el cumplimiento del CTE deberiamos ensayar una muestra del objeto a clasificar. En el caso de revestimientos los certificados proporcionados por el fabricante se realizan siguiendo las indicaciones de aplicación de la ficha técnica sobre sustratos normalizados.

En muchos casos los certificados de los proveedores deberían entenderse como una condición previa a la utilización de los productos en la obra y una responsabilidad en el resultado de los ensayos del elemento a clasificar. He de apuntar que los proveedores suelen tener la certeza del adecuado comportamiento de algunos de sus productos frente la fuego pero que no son certificados por el elevado coste económico que supone hacerlo para una gama amplia de productos. Resaltar la importancia del ensayo del elmento en obra que permite el uso de productos con calidades y costes diferentes a otros «con certificado».

Para finalizar indicar que esta normativa basada en normas ISO internacionales facilita la adopción y reconocimiento de las obras en paises fuera de la UE, aunque por contra deja pendiente la regulación de los gases tóxicos que producen estos productos en los incendios.

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