Nuestra industria de la madera ha basado su fortalezas competitivas en el diseño y en la tecnología de producción que se han ido diluyendo paulatinamente para emerger como principal debilidad los costes de producción. Hoy es necesario mejorar la competitividad y esto pasa por bajar los costes que suponen la mano de obra intensiva y la dependencia externa de la materia prima.
Desde hace algunos años hemos tenido a nuestra disposición los diseños en papel y melamina aplacados sobre diferentes tipos de aglomerado suministrados por los fabricantes de tablero que han sido un gran avance en esta dirección al permitir trabajar con una materia prima regular en cantidad, calidad y uniformidad de diseño. El tiempo nos han demostrado que se ha generado un industria que no se hubiera podido desarrollar solo con las únicas aportaciones de la madera y las chapas, y esto pese al inconveniente que supone manejar una estrecha variedad de diseños y generar importantes stock de tablero debido a las limitaciones de suministro por parte del proveedor. La incorporación de la impresión digital supone una revolución en el proceso de trabajo de esta industria al permitir plasmar cualquier imagen que podamos tener en nuestro ordenador con un coste, calidad y velocidad adecuada para ser rentable en un proceso industrial.
Este novedoso sistema viene de la mano del equipo de impresión BIJ-420INKJET patentado por la firma Barberán que trabaja con tintas de impresión de alta resistencia al exterior y con excelentes adherencias tanto al soporte como de repintado. No hay contacto entre impresora y pieza lo que evita desgastes de cabezales y nos da una holgura de un par de milímetros suficiente para imprimir en cantos redondeados evitando los defectos que se dan en sistemas sobre papel o melamina.
El proceso se realiza sobre tablero recubierto de papel blanco con una impregnación que garantiza evitar su desfoliación y astillado, y que será el único soporte a utilizar variando sólo los diferentes espesores necesarios. Se prepara con la aplicación de unos 120 g/m2 de un barniz de curado UV en ambas caras quedando almacenado el tablero hasta su uso. Se reinicia el proceso con el corte de la piezas optimizando al máximo el tablero y evitando las pérdidas que se producen cuando se utiliza madera y otros soportes debidas a la necesidad de acoplar el dibujo de la malla a la pieza cortada. Del corte se pasa al proceso de mecanizado y colocación de cantos. A continuación se lija la pieza eliminando los restos de cola que aparecen en los cantos, y así se llega al proceso de impresión que se realiza a una velocidad de máxima calidad de 30 m/min aunque bajando la resolución se puede alcanzar 70 m/min. Se finaliza el trabajo con la aplicación del acabado con el aspecto y calidad que desea el cliente opción que no permite cuando se realiza el proceso con diseño en melamina. Aquí podemos ver un vídeo del proceso indicado.
Este sistema permite producir las piezas justas y necesarias, alternar diseños al imprimir, hacerlos exclusivos introduciendo logos y otras figuras, obtener diferentes diseños en cada cara del tablero, ajustar colores desde el monitor evitando los costosos procesos manuales en sistemas de pistola o rodillo, y todo ello con una regularidad perfecta en el tiempo que nos da la posibilidad de reproducirlas en cualquier momento con la ventaja que supone en reposiciones de piezas dañadas o ampliación de pedidos. Todo ello hace que el diseñador industrial del mueble pueda entregar su trabajo al fabricante particularizando cada pieza del conjunto en malla, color, dibujos accesorios y cualquier detalle que considere adecuado.
La máquina se suministra para diversos anchos de impresión, hasta un límite de 1,200 metros, siendo una inversión rápida de amortizar gracias a que el coste de la pieza terminada es similar al de una de papel o melamina, por la reducción que conseguimos en stocks y a que el fabricante puede ampliar su mercado y el catálogo de productos a ofrecer. Además podemos mejorar la rentabilidad del proceso si el fabricante tiene capacidad para comprar las bobinas de papel y aplacarlo sobre sus propios tableros de aglomerado.
Pienso que en momentos de crisis también se producen cambios que revolucionan y cambian las reglas del juego, y este sistema es un avance similar a los producidos con la aparición en su época de los equipos de aplicación a pistola, las máquinas de rodillos o cortina, los sistemas UV, los diseños en papel o melamina. Sus ventajas nos van a permitir competir con cualquier mercado, hasta los que creemos actualmente imposibles… ahora queda ver quién va a ser el primero en aplicarlo.