Factores de Influencia en el Tratamiento Superficial de la Madera para Exterior

Voy a intentar explicar las razones que hacen del tratamiento superficial de la madera para exterior sea un proceso extremadamente complejo para que se pueda garantizar la máxima duración del conjunto.

Tanto la madera cómo el recubrimiento se ven influidos por aspectos físicos y biológicos cuando son expuestos al exterior. La inestabilidad de la madera se debe a que es un material orgánico, poroso, fibrilar y no homogéneo, contiene aire, extractos, y agua en su estructura interna, y estas características dependen de la variedad de madera.

Factores de los que dependen la duración del conjunto madera y tratamiento superficial:

Humedad: Es un material higroscópico, absorbe y desprende humedad con mucha facilidad variando su contenido entre 100% cuando es cortada hasta el 16% un vez seca artificialmente, la madera tiende a buscar un equilibrio que depende de la humedad y temperatura ambiental. El contenido adecuado para un correcto barnizado no debe de superar el 20%, por encima hay falta de adherencia del barniz y desarrollo de hongos y pudrición.  Se debe aplicar recubrimientos semipermeables que permitan salir el vapor de agua e impida la entrada de agua condensada en la superficie por frío o por empapado del ambiente (lluvia, etc..).

Variaciones dimensionales: Hay una variación tangencial que oscila entre le 3% y el 4,5% y otra radial entre el 1,5% y el 2,2%, esto provoca alabeos y deformaciones, y a su vez roturas del tratamiento superficial. Se debe de aplicar recubrimientos con una excelente flexibilidad y elasticidad que acompañen estos movimientos.

Porosidad: Esta depende de la variedad de la madera, del sentido del corte y de la humedad. A mayor porosidad se producirá un mayor absorción del tratamiento superficial. Debemos preparar la superficie con lijado e imprimación que la dejen lisa y homogénea para poder aplicar adecuadamente la capa de acabado y se eviten «rechupados».

Exudados: La madera contiene sustancias complejas, más o menos viscosas como resinas, taninos, aceites, ceras, antioxidantes y colorantes. Según la especie denominamos a las muy ricas como «maderas grasa» y las que tienen menos sustancias como «maderas secas». La presencia de estas sustancias dificulta el secado del recubrimiento, desde retrasarlo a impedirlo, e incluso daños posteriores como la exudación a través de la película provocando velados y manchas. Conviene preparar la madera limpiándola, con un buen lijado y aplicando una imprimacion adecuada que fije estos compuestos.

Color: Es una característica del tipo de madera y varía mucho de una especie a otra. El color sufre cambios en la exposición a la intemperie, según la especie tanto en importancia como en la posibilidad de aumentar o disminuir la intensidad. Conviene modificarlo con el tratamiento superficial para igualar y mejorar la tonalidad, y al mismo tiempo neutralizar parte de posteriores cambios por exposición al exterior.

En el mercado existen todo tipo de productos ampliamente probados que evitan todos estos efectos, es muy tan importante elegir los productos adecuados como realizar el proceso correctamente. También será determinante el mantenimiento posterior para que obtengamos un resultado de conservación excelente.

La madera es un bien muy agradecido si la tratamos correctamente.

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