Una definición simple de este término sería la propiedad que muestran ciertos fluidos por la que disminuyen su viscosidad al someterse a una velocidad de cizalla constante a lo largo del tiempo. Esta propiedad se aprovecha en la aplicación de pinturas y barnices para evitar el descuelge o movimiento del producto sobre la superficie. Cuando aplicamos una fuerza de cizalla durante su aplicación por diferentes métodos (pistola, brocha o rodillo), la viscosidad de un producto tixotrópico disminuye mejorando su fluidez y nivelación superficial, para una vez está en reposo recuperar la viscosidad original evitando que se mueva o descuelge. Una viscosidad mayor en reposo dentro del envase también ayuda a evitar el poso de cargas y pigmentos.
Obtenemos esta propiedad en las pinturas y barnices añadiendo ciertos aditivos durante la dispersión de sus componentes que son seleccionados según el tipo de producto y la polaridad del sistema.
Para observar el resultado de esta característica se realiza un ensayo con unos aplicadores específicos para esta finalidad con los que se extienden horizontalmente una serie de franjas de diferente espesores del producto sobre un soporte que posteriormente se sitúa de forma en vertical observando a que espesor se produce el descuelge y la calidad de nivelación superficial obtenida.
Se suele confundir tixotropía con alta viscosidad, para comprobarlo basta agitarlo o moverlo con una espátula y observar si se produce una disminución significativa de su viscosidad que se recupera al parar de hacerlo.